Picudos en el Césped

Agosto 2023
Desireè Wickwar, Departamento de Biología de la USU; Ricardo Ramírez, Entomólogo Extensionista;
y Marion Murray, Extensionista Especialista en MIP
Traducción Edición por Celina Wille, Especialista en Programas de Extensión en español

Fig. 1. Los picudos adultos tienen un pico largo y curvo. El
picudo “Bluegrass” (Pasto Azul) es una especie más pequeña,
de aproximadamente 1/4 de pulgada (7 mm) de largo, de
color negro a marrón oscuro, con puntos uniformes (pequeños hoyos) en el tórax. El picudo Hunting mide alrededor de 1/3 de pulgada (8 a 11 mm) de largo y es de color marrón rojizo con un área en forma de “(Y)” lisa y ligeramente elevada en el tórax. El picudo de las Montañas Rocosas “Rocky Mountain” es el más grande de este complejo de especies, con aproximadamente 1/2 pulgada (12 mm) de largo, y es negro con hoyos más claros en forma de “U” que corren longitudinalmente en sus alas delanteras.

Datos Básicos

  • Los picudos se alimentan de las raíces de los
    céspedes, afectando tanto a los céspedes
    invernales como estivales.
  • El daño de los picudos alcanza su punto máximo
    de mediados a fines de verano.
  • El monitoreo de picudos adultos usando trampas
    y el de las larvas usando la “prueba del tirón” es
    clave para lograr un manejo efectivo.
  • La irrigación y fertilización adecuada pueden
    disimular una infestación leve a moderada de
    picudos.
  • Un daño severo puede ser prevenido mediante
    la aplicación de insecticidas en el momento
    correcto.

Introducción

Los picudos son gorgojos, un tipo de escarabajo, del género Sphenophorus. Al menos 10 especies de picudos se reconocen como plagas del césped, y se pueden encontrar tanto en céspedes estivales como invernales en todo Estados Unidos. Aunque los picudos adultos se alimentan de las hojas de los céspedes, son las larvas las que causan los daños visibles. Las larvas se alimentan dentro de los tallos y sobre las raíces de los pastos, lo que lleva al desarrollo de parches amarillos o marrones, con el potencial de transformarse en grandes parches de césped muerto. El manejo de los picudos en el césped presenta una serie de desafíos, pero el monitoreo temprano junto con la integración de múltiples estrategias puede ayudar a mitigar estos desafíos; y el manejo apropiado del césped puede contribuir a disimular niveles leves a moderados de daño por picudos.

Identificatión

Los adultos tienen un “pico” curvo distintivo y antenas geniculadas con pequeñas mazas al final (Fig. 1). Los adultos miden de 1/4 a 1/2 pulgada (7 a 12 mm) de largo y su color varía de negro a marrón rojizo. Los picudos adultos no vuelan, pero son muy móviles y, a menudo, en los días cálidos se observan en las áreas con césped muy corto o en las aceras.

Fig. 2. Larva de picudo.

Las larvas son de color blanco/crema, sin patas, con una cápsula en la cabeza de color marrón rojizo (Fig. 2). Las larvas varían de 1/25 a 1/3 de pulgada (1 mm a 8 mm) de largo, dependiendo de la etapa de desarrollo. Las larvas de las diferentes especies de picudos no se pueden diferenciar visualmente. Durante las primeras etapas de vida (~ 1/25 de pulgada) viven dentro de los tallos del césped. En las etapas posteriores (hasta 1/3 de pulgada) viven en las primeras pulgadas del suelo, alimentándose de coronas y raíces. Las larvas del picudo pueden parecerse a los gusanos blancos, otra larva de escarabajo que se alimenta de raíces. Sin embargo, las larvas de picudos son blancas y sin patas, mientras que los gusanos blancos son blanquecinos con tres pares de patas.

Ciclo De Vida Del Picudo

Los picudos pasan el invierno como adultos protegidos en la hojarasca y en la vegetación silvestre. Los adultos se vuelven activos en la primavera cuando aumentan las temperaturas. Los adultos se aparean y depositan los huevos (~1 mm) en los tallos del césped. Los huevos eclosionan y las larvas inician su desarrollo estando aún dentro de los tallos, donde se alimentan. Las larvas en estado avanzado abandonan el tallo y se dirigen hacia la zona de la raíz, donde se alimentan de las coronas y raíces de los céspedes. Las larvas pupan en el suelo y emergen como adultos a fines del verano y principios del otoño. Estos adultos luego buscan lugares para protegerse y pasar el invierno, y emergerán en la primavera siguiente para comenzar nuevamente su ciclo. Si bien se cree que los picudos generalmente sólo tienen una generación por año en Utah, investigaciones recientes sugieren la posibilidad de una segunda generación al menos parcialmente, con algunas larvas hibernando también (Fig. 3).

Fig. 3. El momento exacto del desarrollo del picudo varía según las condiciones climáticas de cada estación, pero los adultos generalmente emergen de la hibernación en marzo y abril, alcanzando su punto máximo de abundancia desde principios hasta mediados de junio. Los huevos se depositan dentro de los tallos del césped, los cuales rápidamente eclosionan y nacen las larvas. Las larvas más grandes que infligen daño a los céspedes alcanzan su pico de actividad a fines del verano, julio y agosto. Las larvas pupan y emergen como adultos que hibernarán hasta el año siguiente.

Plantas Hospedantes y Daño

Los picudos son especialistas en gramíneas, con la capacidad de infestar muchas especies de gramíneas. Aunque pueden infestar gramíneas que no se usan para césped (es decir, maíz, cebada y centeno), son más problemáticos en los céspedes. Los picudos pueden infestar diferentes tipos de céspedes, tanto aquellos de clima templado (es decir, pasto azul de Kentucky, raigrás, festucas y pasto bentgrass) como de climas cálidos (es decir, pasto zoysia y pasto bermuda).

Fig. 4. Los picudos producen parches de color marrón/amarillo en los céspedes. Este daño es más común y más severo de mediados a finales del verano.

El daño de los picudos puede aparecer a principios del verano cuando las larvas se alimentan dentro de los tallos del césped, ahuecándolos y provocando una decoloración localizada. Sin embargo, el daño más grave y generalizado aparece en la etapa de larva avanzada debido a la alimentación de las larvas en las raíces del césped, lo que lleva a la propagación de manchas amarillas/marrones en el césped (Fig. 4).

El daño de los picudos a menudo se confunde con el estrés por sequía. Sin embargo, los daños por picudos y sequías pueden ocurrir simultáneamente, ya que los picudos son más abundantes en áreas con poca humedad en el suelo. Además, los cultivares de pasto azul de Kentucky susceptibles a sequía parecen ser más susceptibles al daño por picudos que los cultivares tolerantes a sequía. Esto significa que es más probable que las áreas secas y estresadas por sequía sufran daños graves por picudos. Afortunadamente, tanto las técnicas simples de monitoreo de picudos como el reconocimiento de las características de su infestación pueden ayudar a diagnosticar los problemas de picudos y guiar en su tratamiento.

Monitoreo

La detección temprana de picudos en primavera se enfoca en el monitoreo de la actividad de los adultos. Esto se puede lograr mediante trampas de caída (pitfall). Las trampas de caída más simples se pueden construir a partir de dos tazas anidadas, enterradas hasta el borde en el suelo. Las trampas de caída lineales son trampas más elaboradas que consisten en un tramo de caño enterrado con una hendidura cortada a lo largo, que desemboca en un recipiente de recolección. Aunque son más difíciles de colocar, estas trampas de caída lineales pueden ayudar a monitorear durante varios años. La recolección frecuente de picudos de estas trampas puede proporcionar también una manera sistemática de monitorear el cambio en la actividad de los picudos de una semana a otra.

En el sitio Utah TRAPs se encuentra disponible un modelo predictivo que ayuda a monitorear los picudos. Aquí, un modelo utiliza las temperaturas máximas y mínimas diarias para predecir el momento de aparición de los picudos y progresión de sus estadios de vida, contando los grados día acumulados (DDs) o los días por encima de 3 °C después del 13 de enero (consulte la sección de control químico para obtener más detalles). A partir de la primera emergencia, puede comenzar a revisar las trampas o simplemente observar si hay picudos en las aceras y entradas de vehículos.

Fig. 5. La alimentación del picudo en la corona y la raíz de los céspedes hace que el césped se corte fácilmente cuando es jalado hacia arriba, evidenciando los tallos huecos y los excrementos con forma de aserrín.

Uno de los métodos más fáciles de monitoreo para detectar larvas es la “prueba del tirón”. Si cuando se tira hacia arriba el césped dañado, éste se corta fácilmente a la altura de la corona, y hay excrementos parecidos al aserrín (heces de insectos) dentro de los tallos huecos, es probable que la infestación por picudos sea la causa central del problema (Fig. 5).

Cuando las larvas ya no están ocultas entre los tallos del césped, se puede usar una palita o un hoyador para campos de golf para sacar una muestra de suelo en las áreas donde se sospecha que hay infestación y verificar si hay larvas entre las hojas muertas y en las primeras pulgadas de suelo. Si se encuentra un promedio de una o más larvas por muestra de suelo, se habrá alcanzado el umbral establecido para tratamiento y se recomienda tomar acciones de manejo para evitar daños significativos al césped.

Estrategias De Manejo

Control Cultural

La implementación de prácticas culturales que reducen la capacidad de los picudos para establecerse, reproducirse o sobrevivir es un elemento importante en el manejo de los mismos. Los esfuerzos a menudo se centran en la siembra de cultivares específicos que son menos favorables para los picudos. Por ejemplo, los endófitos, un tipo de hongo que crece dentro de algunos raigrases perennes y festucas (también conocidos como céspedes mejorados con endófitos) pueden reducir la alimentación y el daño de los picudos. Si bien el pasto azul de Kentucky no tiene estos endófitos, existe evidencia de que sembrarlo con una mezcla de céspedes mejorados con endófitos sigue siendo beneficioso.

Los céspedes sanos y de crecimiento vigoroso también pueden mostrar menos daños por picudos, por lo que es importante seguir las recomendaciones sobre riego y fertilización para el área de cultivo. Verifique que los aspersores funcionen correctamente y que realicen una buena cobertura. La selección de cultivares tolerantes a sequía y a estrés térmico también puede ayudar en zonas propensas a sequía, y los datos sugieren que los cultivares de pasto azul de Kentucky resistentes a sequía sufren menos daños por picudos. Estos cultivares pueden ayudar a garantizar que se minimice el estrés, sin necesidad de incrementar los costos del riego o la fertilización. Pregunte a los productores de semillas o panes de césped sobre cultivares mejorados con endófitos o tolerantes a estrés.

Control Biológico

Fig. 6. Pterostichus melanarius es la más común de varias especies de escarabajos de suelos predadores en césped.

Los patógenos, predadores y parásitos de plagas pueden contener los brotes de plagas. El césped alberga un grupo diverso de predadores de insectos, tales como escarabajos del suelo (Fig. 6), escarabajos errantes y hormigas, así como también algunas arañas, que se alimentan de muchas plagas del césped. Específicamente para los picudos adultos, parece que el ataque de predadores es un componente muy pequeño de su erradicación. Sin embargo, la investigación sugiere que los picudos cambian su comportamiento en presencia de estos predadores, pudiendo reducir así su salud general y el tamaño de su población. Por lo tanto, la conservación de las poblaciones de predadores es clave, y esto se puede lograr promoviendo plantaciones diversas de plantas nativas perennes y plantas con flores contiguas al césped. Reducir el uso de insecticidas o usar insecticidas más selectivos siempre que sea posible también ayudará a conservar a los predadores naturales.

Las aplicaciones de agentes microbianos también podrían ayudar a eliminar las larvas de picudos. Se ha demostrado que los patógenos de insectos (entomopatógenos), incluidos los nemátodos y hongos entomopatógenos, atacan específicamente las larvas que habitan en el suelo, aunque su uso contra los picudos es limitado. Productos como Biosafe®, Biovector® y Exhibit® contienen el nemátodo entomopatógeno Steinernema carpocapsae, que está asociado con una bacteria que mata insectos. Una de las especies de hongos entomopatógenos más utilizada es Beauveria bassiana, que se encuentra en el producto Naturalis®. Considere estas precauciones al aplicar estos productos: evite aplicar en días soleados y calurosos, y riegue antes y después de su aplicación. Antes de usar los productos, verifique su fecha de vencimiento, siga las recomendaciones de la etiqueta y tenga en cuenta que pueden ser necesarias varias aplicaciones para lograr niveles aceptables de control.

Control Químico

Existen varios insecticidas químicos registrados para su uso en céspedes que apuntan al control de adultos y larvas (Tabla 1).

Los insecticidas de contacto, como los piretroides, se pueden usar para controlar los picudos adultos en primavera antes de que pongan huevos. Sin embargo, se presenta un desafío debido a que los adultos son móviles y los insecticidas con baja residualidad tienen una capacidad limitada para controlar cualquier reinfestación adicional de adultos.

Los insecticidas sistémicos, aquellos que son absorbidos/translocados dentro de la planta, apuntan principalmente al control de las larvas que se desarrollan dentro de los tallos o se alimentan de las raíces del césped. Los neonicotinoides y las diamidas son dos clases de insecticidas sistémicos con una actividad residual más prolongada. A medida que las larvas se alimentan de la planta, se ingiere el insecticida. Para controlar las larvas en estadios tempranos en los tallos, estos productos deben aplicarse antes de que los huevos eclosionen para permitir que el producto se transloque por toda la planta antes de que se empiecen a alimentar. El modelo de grado día del picudo sugiere que los insecticidas sistémicos deben aplicarse cuando ha emergido el 30% de la población adulta y son realmente efectivos para controlar larvas desde los 560 a 625 DD.

Algunos insecticidas sistémicos, particularmente los neonicotinoides, también tienen actividad de contacto y también pueden eliminar a los adultos. Por lo tanto, los tratamientos curativos deben realizarse antes de que emerja el 50% de los adultos o desde 925–1485 DD.

Los beneficios de la utilización de insecticidas disminuyen a medida que la emergencia de los adultos se aproxima al pico de actividad. Tenga en cuenta que los insecticidas de contacto (es decir, los piretroides) tienden a ser menos efectivos contra las larvas en los tallos y dentro del suelo. Para minimizar el daño presente debido a las larvas ya establecidas, los insecticidas sistémicos solubles en agua proveen un control efectivo. Sin embargo, la eficacia de estos insecticidas para atacar las larvas grandes que habitan en el suelo podría ser menor en comparación con las larvas más jóvenes en los tallos debido a la protección que provee el suelo o la hojarasca.

Tabla 1. Insecticidas seleccionados comúnmente utilizados para tratar los insectos picudos en el césped.

Nota: Tenga en cuenta que esta no es una lista exhaustiva. Para reducir el riesgo de desarrollar resistencia a los insecticidas, rote insecticidas con diferente número de grupo. El número de grupo corresponde a un modo de acción único, o la forma en que el pesticida afecta/mata una plaga. Por ejemplo, los insecticidas del grupo 3A actúan sobre los canales de sodio del sistema nervioso de la plaga. “UN” indica un modo de acción desconocido.

Referencias y Lectura Adicional

  • Dupuy, M. M., & Ramírez R. A. (2016). Biology and management of billbugs (Coleoptera: Curculionidae) in turfgrass. Journal of Integrated Pest Management, 7, 1–10.
  • Held, D.W., & Potter, D.A. (2012). Prospects for managing turfgrass pests with reduced chemical inputs. Annual Review of Entomology, 57, 329–354.

Créditos de imagen

1,2,3,6 Desireè Wickwar, Universidad Estatal de Utah
4 David Shetlar, Universidad Estatal de Ohio
5 Douglas Richmond, Universidad de Purdue

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