By Emily Thurman | June 2, 2025
Couple Arguing

¿Estoy en riesgo de la violencia de pareja íntima?  

¿Qué es la violencia de pareja? 

Los centros para el control y la prevención de enfermedades (CDC) define la violencia de pareja íntima como “violencia física, violencia sexual, acecho y agresión psicológica por parte de una pareja íntima actual o anterior.” No hay nadie que quiera encontrarse metido en una relación violenta, pero la triste realidad es que el maltrato en las relaciones íntimas puede suceder a cualquiera. Además, a veces es difícil de reconocer si se haya desarrollado el abuso en tu relación.  

Es posible que la población latinoamericana esté incluso más en riesgo de las relaciones abusivas, y que existan varios obstáculos que les impiden a las mujeres latinas buscar ayuda. Por eso, si ya has experimentado la violencia de pareja—o si simplemente quieres educarte para prevenirla en el futuro—es esencial entender los factores de riesgo tanto como conocer los recursos de ayuda disponibles a las víctimas del abuso.  

Factores de riesgo para la población latinoamericana  

Muchos factores pueden contribuir a la posibilidad de la violencia en una relación, algunos siendo más comunes entre los latinoamericanos. Primero que nada, las perspectivas y valores culturales seguramente tienen que ver. Los papeles de género tradicionales pueden ser propicios a la violencia de pareja—particularmente la creencia en la dominación masculina y la sumisión femenina (también conocidos como el machismo y el marianismo). Por otra parte, los latinoamericanos tienden contar mucho con su comunidad para el apoyo. Sin embargo, no es de mucha ayuda eso si una mujer decide no divulgar su situación por vergüenza o si es que no tenga una comunidad de apoyo por haber inmigrado a un nuevo país sin amigos ni familia. 

De hecho, muchos riesgos de la violencia doméstica pueden incrementar con la inmigración. El estrés y la discriminación que a menudo enfrentan las familias migrantes pueden empeorar la salud mental y aumentar el abuso de sustancias, conduciendo a la violencia de pareja. Las experiencias adversas de la infancia (ACEs) también aumentan la probabilidad de ser tanto la víctima como el perpetrador de la violencia de pareja íntima—y este tipo de experiencias son comunes entre una población inmigrante, ya que muchos abandonan sus países de origen para escapar la violencia u otras malas situaciones. Factores socioeconómicos como la pobreza, el desempleo, y el vivir en un vecindario peligroso asimismo pueden contribuir a que una relación íntima se vuelva violenta.  

Varias investigaciones han encontrado que la aculturación—el vivir de manera más alineada con la cultura del país en que se vive—se asocia con la probabilidad de más violencia de pareja. Esto se aplica a los latinoamericanos nacidos en los Estados Unidos tanto como a los inmigrantes. Puede que la aceptación de normas sociales más liberales aumente los factores de riesgo como el abuso de sustancias. Además, no es poco común que las mujeres, al aculturarse, se aparten de los roles de género tradicionales y que los hombres reaccionen de manera controladora y violenta para procurar recuperar la autoridad que han perdido como resultado.  

Factores de protección entre la población latinoamericana 

Ya que la aculturación representa un riesgo, es cierto también que hay elementos de la cultura latinoamericana que pueden proteger contra la violencia de pareja íntima y fortalecer a las víctimas. Varias investigaciones han encontrado que la orientación latina—una conexión fuerte al español y las normas culturales latinas—predice una menor prevalencia de la violencia de pareja. Curiosamente, el mero rasgo de hablar español en los Estados Unidos se asocia con menos probabilidad de experimentar problemas de la salud mental o abusar las sustancias, reduciendo el riesgo de la violencia en las relaciones y los efectos negativos que suelen seguirla.  

Estas tendencias igual se podrían atribuir a ciertas perspectivas culturales latinoamericanas—por ejemplo, el machismo positivo enseñando al hombre latino a ser protector de su familia, o el familismo y el marianismo motivando a una madre latina a salir de una situación abusiva para proteger a sus hijos. Los valores más conservativos pueden disminuir la sexualización de las mujeres, quizás previniendo la violencia sexual. O puede que la religiosidad o un sentido fuerte de comunidad ayuden a las víctimas del abuso a hallar esperanza y apoyo. Con todo esto, es claro ver que las características comunes a los hispanohablantes en este país no son todas malas ni buenas cuando se trata de la violencia de pareja.  

La prevalencia y las consecuencias de la violencia de pareja  

Si bien parece a veces que la violencia de pareja es más común entre los latinoamericanos, la investigación ofrece resultados mixtos. Algunos dicen que , y otros que no—pero no todos los latinos vienen de contextos iguales, así que es difícil de generalizar 

Aunque tal sea el caso que las mujeres latinas no sufran más violencia de pareja que otras mujeres, sabemos que sí sufren peores consecuencias a causa de ella. Una investigación encontró que las sobrevivientes de abuso latinas desarrollaban más problemas de salud mental que las demás. Trágicamente, un informe reciente del CDC encontró que la probabilidad del homicidio de pareja íntima es más que doble entre los latinoamericanos comparada con víctimas de otras razas o etnicidades. 

¿A qué se deben estas consecuencias más graves? Pues, sabemos que las mujeres latinas, particularmente las inmigrantes, enfrentan más obstáculos para la búsqueda de ayuda. Algunos de estos incluyen las barreras lingüísticas, el aislamiento social, el miedo a la deportación, o la falta de conocimiento de los recursos disponibles. Igual los valores culturales centrados en la familia podrían hacer que una mujer se sienta culpable por buscar ayuda en circunstancias abusivas. ¡Pero no tiene que ser así! Si tú te encuentras en una relación íntima violenta, por favor sabe que no tienes que quedarte allí—mereces sentirte amado y seguro en tus relaciones más cercanas. Hay esperanza, y hay recursos disponibles para ayudarte a salir de tu situación.  

¿Cómo busco ayuda? 

Entre la población latinoamericana, es muy común buscar la ayuda informalmente primero—o sea, acudir a familiares o amigos por apoyo antes de buscar la ayuda profesional. ¡Está bien empezar allí! Pero recuerda, la ayuda profesional puede educarte, protegerte, y prevenir la violencia continua.  

Al explorar los programas de apoyo o tratamiento, prioriza encontrar uno que sea culturalmente informado. Obvio que es importante encontrar ayuda que ofrezca recursos en español, pero ser culturalmente informado es más que eso. Puede incluir tener empleados latinoamericanos, usar dichos conocidos para conectar bien con las víctimas, o enfatizar los valores culturales (como el familismo o la religiosidad) en el proceso de tratamiento y sanación. La incorporación de los factores culturales en los servicios de ayuda fomenta la seguridad psicológica y la confianza entre empleados y clientes, y la investigación indica que resulta en mayor bienestar y resultados para las víctimas de abuso. Para más información sobre los recursos de ayuda específicos para tu cultura, visita este sitio web (disponible en español por Google Translate).  

Si necesitas ayuda inmediata y no sabes dónde empezar, usa esta línea nacional. Adicionalmente, este sitio web divide los recursos para el maltrato familiar por los condados del estado de Utah, conectándote con la ayuda local. Si eres inmigrante y tienes miedo a buscar ayuda por su estatus de inmigrante, hay una posibilidad de que puedas recibir protección del gobierno. U.S. Citizenship and Immigration Services ha establecido unos programas humanitarios para proteger a las víctimas de ciertos crímenes, incluso el abuso y la violencia doméstica. La Ley de Violencia contra la Mujer (VAWA) se te aplica si has sido abusado por un cónyuge, hijo, o padre que sea ciudadano estadounidense o residente permanente legal. También puedes calificar para recibir el estatus de no inmigrante U (U Visa) si has sufrido abuso físico o mental y estás dispuesto a brindar ayuda a los oficiales gubernamentales en la investigación de esos crímenes.  

Nadie merece sentirse inseguro en una relación romántica o familiar. Ya que estás más informado acerca de los factores de riesgo y la prevalencia de la violencia de pareja íntima, tú puedes hacer tu parte para prevenirla, protegerte, y buscar ayuda cuando sea necesario.  

Emily Thurman fue la autora primaria por este blog.